Moisés Naím: “El Brexit es un autogol político, como lo que hacen los estadounidenses con Trump”
Andrea G
David Dusster / La Vanguardia
Moisés Naím, que fue director de la revista “Foreign Policy” durante 14 años, se ha convertido en uno de los analistas de política internacional más reputados del mundo, con libros como “El fin del poder” (2013), donde describe las tendencias de cambios en las esferas que controlan los destinos del mundo.
Ganador del premio Ortega y Gasset de periodismo por sus columnas de opinión, Naím alza su voz contra fenómenos como la carrera política de Donald Trump o la agonía del chavismo representada por Nicolás Maduro. Naím fue ministro en su país, Venezuela, antes de instalarse en Washington como director ejecutivo del Banco Mundial. Se confiesa un admirador de los valores europeos, que contrapone a los de China y Rusia, y se siente “perplejo” por el proceso abierto. “El mundo necesita una Europa fuerte e integrada”, reflexiona.
Desde un punto de vista americano, ¿cómo se ve la crisis desatada por el Brexit?
Se ve con perplejidad y con preocupación. Básicamente creo que hay un consenso de que va a tener impacto sobre la economía mundial y por lo tanto no es bueno. Pero hay otros que están aliviados de ver que la irracionalidad de los entusiastas por ideas ‘zombies’ no es exclusiva de los seguidores de Donald Trump. Hay mucha gente que siente vergüenza por o que significa para una democracia como la de Estados Unidos que una persona como Donald Trump llegue a ser la candidata de uno de los dos partidos más importantes del país. Y entonces algunos se consuelan diciendo, bueno, fíjate, no somos los únicos, mira que los europeos también son capaces de meterse autogoles. En el mundo están ocurriendo una serie de autogoles, donde la población vota en contra de sus intereses. En Gran Bretaña las regiones que más exportan a Europa fueron las que más votaron a favor de salir de Europa sin saber por qué lo estaban haciendo y se metieron un autogol. Un día después del referéndum, el consejo municipal del condado de Cornualles salió diciendo que ellos dependían del dinero de Europa y que necesitaban saber urgentemente qué iban a hacer en el futuro y, sin embargo, Cornualles votó por la salida de Europa. Y muchos de los americanos dispuestos a votar por Trump, si este hace lo que dice que va a hacer si gana, van a salir perjudicados. Eso lo vemos en todas partes del mundo, como los venezolanos que apoyaron a Nicolás Maduro, que ahora están muriendo literalmente por falta de medicinas o de hambre. Hay una larga historia de autogoles políticos.
¿Por qué? ¿A qué lo achaca?
Como dijo Tolstói, todas las familias son infelices, pero cada una es infeliz a su manera. No creo que se pueda generalizar, lo que sucede es que la gente le ha dado rienda suelta a las pasiones y no ha hecho caso a los datos. La gente está votando por sentimientos, lo cual en cierta manera es correcto, porque la política es pasión. Sin embargo, es sorprendente ver que la gente que estaba promoviendo el Brexit estaba mintiendo, que prometieron unas falsedades que el día que ganaron confesaron que eran mentiras. Lo mismo pasa con Trump, todos los días en los diarios de Estados Unidos hay verificación de lo que dice Trump y todos los días se comprueba que no es verdad lo que está diciendo. Y en cambio la gente sigue votando por el Brexit y por Trump.
¿Se puede revertir esta tendencia de los autogoles?
Uno tiene la esperanza de que haya un autoaprendizaje colectivo. Una de las cosas más sorprendentes es que las encuestas revelan que el número de arrepentidos por haber votado el Brexit es gigantesco y sería aún más grande si incluyera a aquellos que se sienten avergonzados de haber votado sin saber lo que estaban votando. Se da la gran paradoja de que en un mundo conectado donde la información está disponible muy fácilmente, en un mundo hiperinformado tenemos una población desinformada. Lo del Brexit fue más una catarsis que una forma de pensar en el futuro.
¿Cree que la separación va a afectar más a la Unión Europea o al Reino Unido?
Va a haber daños en las dos partes, aunque no es el fin del mundo. Europa va a sufrir porque va a haber más iniciativas a lo Brexit. En Francia, Martine Le Pen ya pidió un referendo, en Holanda y Austria también lo van a pedir. Eso va a generar una incertidumbre sobre lo qué es Europa y qué reglas tiene y cuando las reglas no están claras la inversión se contrae y acaba siendo un duro golpe para una economía que ya viene anémica. No es el fin del mundo pero es muy negativo. Lo mismo va a pasar en Inglaterra, pero veremos, no está clara cuál va ser la hoja de ruta a partir de ahora.
¿En un mundo que tiende a integraciones regionales, el Brexit puede cambiar dinámicas en otros continentes, como América?
Lo que estoy viendo es que hay una epidemia de necrofilia política, que yo he definido como el amor apasionado por ideas muertas, ideas que se han probado una y otra vez y han fracasado pero que de alguna manera resurgen cada cierto tiempo. Y bueno la necrofilia política la vemos en muchas partes. El mundo de hoy está muy caracterizado por eso, por súbitas irrupciones de adoración por ideas zombies, ideas que no han funcionado y que terminan en un desastre siempre.
¿Como el Brexit?
Yo creo que el mundo necesita una Europa fuerte, y Europa necesita una Europa fuerte, y los europeos necesitan una Europa fuerte, y una Europa fuerte es una Europa más integrada y no una Europa fragmentada. Entonces todo lo que debilite a Europa como proyecto integrado yo lo veo de manera crítica porque esas fragmentaciones debilitan a Europa. Y Europa es importantísima, los valores de Europa, la forma de hacer, de pensar, los estándares de derechos humanos, de libertades civiles deben ser valores mundiales. Yo prefiero que en el mundo de hoy haya más peso de los valores europeos que los de la Rusia de Putin o la China de hoy en día.
Si una campaña se fundamentó en mentiras, ¿se puede revisar la decisión o hay que respetar el resultado?
Hay que respetar la soberanía popular, la decisión tomada. Como dicen los americanos, el diablo está en los detalles, y hay que ver cómo son los detalles de la ruptura, obviamente salir de Europa no quiere decir que el Reino Unido va a romper con Europa sino que van a tener que diseñar nuevos arreglos. Es posible pensar en un proceso que conduce a una situación en la cual haya algo parecido a lo que había pero más engorroso. No es correcto suponer que va a haber una ruptura total o un precipicio entre Europa e Inglaterra.
¿Cómo cree que Estados Unidos va a reaccionar ante el Brexit?
Estados Unidos, por su posición en el mundo, no tiene alternativa. Estados Unidos tiene que estar muy cerca de sus aliados históricos, que son los ingleses, pero tampoco puede darse el lujo de no tener una muy buena relación con Europa. Es decir, Estados Unidos nunca va a elegir al uno o al otro, tiene que estar cerca de los dos, y los dos necesitan cercanía con Estados Unidos. Probablemente Estados Unidos se va a acercar más a Europa pero no al precio de empeorar su relación con el Reino Unido.