Columna
Moisés Naím / El Pais
On the fateful morning of August 6, 1945, the United States dropped a bomb that obliterated the Japanese city of Hiroshima. Three days later, Nagasaki suffered the same fate. The Japanese Empire realized that without surrender, its territory would be devastated. Thus, 24 days after the bombing of Nagasaki, the Emperor signed the unconditional surrender of Japan.
Moisés Naím / El Pais
En la fatídica mañana del 6 de agosto de 1945, Estados Unidos detonó una bomba que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshima. Tres días después, lo mismo pasó en Nagasaki. El imperio japonés entendió que, de no rendirse, su territorio sería devastado. Así, 24 días después del bombardeo de Nagasaki, el emperador firmó la rendición incondicional de su país. En ese entonces, solo Estados Unidos contaba con bombas atómicas. Pero la suposición generalizada era que ese monopolio no iba a durar mucho tiempo.